Ateneo de Córdoba. Calle Rodríguez Sánchez, número 7 (Hermandades del Trabajo).
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Christopher Lee
Christopher Frank Carandini Lee, (n. Belgravia, Londres; 27 de mayo de 1922 - 7 de junio de 2015), fue un conocido y prolífico actor británico. Su gran afición al deporte, así como su altura (mide 1,96 metros), le han convertido en uno de los actores con un físico más impresionante del panorama cinematográfico internacional.
Conocido por interpretar a personajes malvados en casi todas sus películas, ha participado en unas 250 producciones desde el año 1948. Lee ha colaborado en las tres últimas obras discográficas de la banda de power metal Rhapsody of Fire, escogido por su tono de voz y por su físico para el papel de un rey-sacerdote medieval. A pesar de su avanzada edad siguió en activo y en la última década su carrera recibió un renovado impulso con papeles en blockbusters, como el de Saruman, en las películas de El Señor de los Anillos o el de Conde Dooku en las de Star Wars.
Contenido
Inicios como actor
En 1947 comienza a aparecer en pequeñas obras de teatro y ópera, así como en programas de radio, donde su imponente voz comenzó a ser muy cotizada. Algunas de las interpretaciones que realizó como vocalista fueron en "El retorno del capitán invencible", "La Hija del Rey de Elfland", "El cuento del soldado" (de Stravinsky) y una representación de "Pedro y el Lobo", donde estuvo bajo la dirección de Yehudi Menuhin.
En 1948 se produce su debut cinematográfico en la película de Terence Young, Corridor of Mirrors. En el mismo año hizo de figurante en la versión de Hamlet dirigida por Laurence Olivier. Pese a que ni siquiera salió en los créditos, pues su papel era de un soldado que aparecía portando una lanza, le permitió conocer a Peter Cushing, que interpretaba a Osric, y con quien acabaría trabando una profunda amistad. Tras pequeñas participaciones en películas y obras de teatro, consigue un papel en la La batalla del Río de la Plata, rodada en 1956 por Michael Powell y Emeric Pressburge.
Esta actuación le servirá para conseguir un contrato con la compañía que le lanzaría al estrellato: la productora Hammer Productions. Aunque las producciones de esta compañía nunca fueron de gran calidad, siempre logró arrolladores éxitos de taquilla. Buena parte de estos éxitos se debían a la presencia de grandes actores como Peter Cushing o el propio Lee, que se sentían atraídos por el género de terror. Su primera película con Hammer, La maldición de Frankenstein, se estrenó en 1957 y le ofreció su primer papel como protagonista principal, dando vida al monstruo creado por Mary Shelley y con Peter Cushing en el papel del barón Frankenstein.
En 1958 actuaría con Boris Karloff en Corridors of Blood. Este papel sería el preludio de una larga trayectoria interpretando uno de los roles que para siempre le caracterizarán: el Conde Drácula. Así, ese mismo año se estrena Drácula (también conocida como Horror of Dracula) y sólo dos años después, Las novias de Drácula, aunque Lee no participó en este segundo rodaje por presuntos incumplimientos de la compañía al pagar sus honorarios en la primera película.
Sin embargo, el gran éxito que lograron estos filmes en taquilla refuerzan la colaboración de Lee con la productora y sobre todo con el director Terence Fisher. Bajo sus órdenes rodará tres nuevos títulos de éxito: La momia en 1959, El perro de los Baskerville ese mismo año, en la que posiblemente es la mejor película de la productora, interpretando a Sir Henry de Baskerville y con Peter Cushing en el papel de Sherlock Holmes y, posteriormente, Medusa en 1960.
La crítica no escatimó elogios para Lee por su interpretación de Kharis en La momia. Lo complejo de su rodaje, en el cual Lee debía soportar un gran peso por culpa de los vendajes, hizo que todos sus movimientos fuesen cuidadosamente pausados y metódicos, dando gran fuerza interpretativa a la mirada de Lee. Debido a lo bien que se superaron estas dificultades, La momia está considerada una de las mejores interpretaciones del actor y la mejor producción de la compañía.
En 1962 se presenta al casting de El día más largo, pero es finalmente rechazado por «no encajar en el papel de militar». Esta explicación no deja de ser sorprendente, habida cuenta de que Lee había prestado servicio en el ejército durante la guerra.
Continuó trabajando para la Hammer, aunque su siguiente película, Drácula, príncipe de las tinieblas, rodada en 1965, estuvo repleta de polémicas. Lee no pronuncia una sola palabra, sino que su Drácula interviene siempre de forma silente a través de expresiones faciales y lenguaje no verbal. El guionista Jimmy Sangster afirmó que era una idea preconcebida para dar fuerza al personaje, pero Lee replicó que el silencio había sido una decisión suya debido a los pésimos diálogos escritos por Sangster. Lo cierto es que las escenas en que Drácula aparece transcurren sólo durante la parte final de la película, lo que enfureció a Lee, al que se había dado un guion con un papel protagonista. Amenazó con abandonar el rodaje, lo que desembocó en un fuerte enfrentamiento en el que la Hammer le amenazó con cancelar proyectos futuros o no pagarle su sueldo. Finalmente, los productores dijeron a Lee que si se negaba a actuar la película quedaría cancelada y él sería responsable del despido de todas las personas contratadas para llevarla a cabo. Así, finalmente accedió a rodar la película, que logró tanto éxito que ambas partes no tuvieron más remedio que reconciliar sus posturas.
La productora le asignó un papel absolutamente protagonista en una nueva película: Rasputín: el monje loco. La presencia de Lee en esta película resultaba acertada por otro motivo, y es que Lee conoció durante su infancia al príncipe Félix Yusúpov, uno de los nobles que asesinaron a Rasputín en 1916 y que desde la revolución rusa vivía exiliado en Inglaterra.
Pero los grandes proyectos de Hammer para el actor seguían surgiendo del filón de Drácula, de modo que sucesivamente fueron viendo la luz Drácula vuelve de la tumba (1968), El poder de la sangre de Drácula (1969) y Las cicatrices de Drácula (1970). Todas estas películas siguieron un patrón similar, en el que Lee tan solo aparecía en la parte final con un papel relativamente reducido. Sin embargo, su éxito comercial fue inmenso y la imagen promocional de todas ellas fue la caracterización que el actor dio al Conde, lo que le confirmó en el estrellato. Su periplo como Drácula incluye otras dos películas que tenían como argumento la resurrección del Conde en los años 60, pero ambas fueron un fracaso comercial que demostró la saturación del público respecto al género.
Finalmente, Lee presentó ante la Hammer los escritos de Denis Wheatley, un autor de novelas de misterio. Dos de sus obras fueron llevadas a la gran pantalla y ambas fueron interpretadas por Lee. La primera, The Devil Rides Out (1968), fue uno de los mayores logros de la productora y gustó tanto al autor que éste ofreció gratuitamente a la Hammer los derechos de su segunda novela. Sin embargo, la segunda película, To the devil a daughter (1976), tuvo tantas dificultades en su producción que acabó siendo rechazada por el escritor. Aunque económicamente fue exitosa, se trata de la última cinta de terror rodada por la Hammer y supuso el fin de la relación de Lee con la productora que le lanzó a la fama.
Filmografía fuera de Hammer Productions
Como Cushing, Lee trabajó con otras productoras en nuevas cintas de terror entre 1957 y 1977. De entre estas películas hay que destacar las cuatro películas de la saga Fu Manchú, rodadas de 1965 a 1969, donde interpreta al famoso criminal oriental. Otros papeles, siempre en el género de terror, fueron El conde Drácula, una versión de sus clásicos realizada por Jesús Franco; The two faces of Dr. Jekyll (1971), donde interpreta tanto a Jekyll como a Hyde, y una de sus interpretaciones favoritas: The Wicker Man ("El Hombre de Mimbre) en 1973. Esta última contaba con un presupuesto demasiado bajo para poder asumir el caché de Lee pero éste, encantado por el guion escrito por Anthony Shaffer, renunció voluntariamente a sus emolumentos con tal de poder participar en el rodaje.
Aunque los años 70 suponen el principio de la decadencia del cine de terror y de Lee, que había quedado completamente encasillado en el género, el actor aún retenía suficiente prestigio como para ser solicitado por genios como Billy Wilder, quien le hizo interpretar a Mycroft en La vida privada de Sherlock Holmes (1970). Con esto se produce una curiosa anécdota, pues Lee es el único actor que ha encarnado a Sherlock y a Mycroft Holmes en el cine.
Su consagración como actor en papeles "malvados" alcanzó una nueva cota por su relevante papel en otra gran superproducción, esta vez de la saga de James Bond. En El hombre de la pistola de oro encarna al célebre Francisco Scaramanga, uno de los más recordados rivales de 007. Más adelante da vida al Conde Rochefort en Los tres mosqueteros (1973, de Richard Lester), trabajando al lado de varias estrellas de Hollywood como Charlton Heston.
Algunos de sus rodajes continuaron llenos de polémica, como Eugene (1970), película en la que tras el rodaje fueron añadidas escenas de sexo que trajeron como consecuencia su catalogación como película para adultos.
También interpretó el papel del hechicero Zetan en la película de 1978 El círculo de hierro, de Richard Moore, singular por estar basada en una historia de Bruce Lee y James Coburn, mezcla de fantasía y esoterismo oriental, que el primero no pudo ver materializada porque murió en 1973.
La decadencia del género y el encasillamiento
Lee sufre sus primeros reveses cuando en 1975 el director Ken Russell elige a Jack Nicholson para el papel protagonista de su película Tommy. Más tarde, el director John Carpenter piensa en Lee y Cushing para el papel de Sam Loomis en la serie Halloween, papel que finalmente interpretaría Donald Pleasence. Años después, Lee reconocería ante Carpenter que uno de sus mayores pesares profesionales ha sido no haber dado vida a dicho personaje.
En los años 80, la realidad para Christopher Lee es que está completamente encasillado en el género de terror en una época en la que las superproducciones de ese estilo habían quedado en el olvido. Sufre por tanto una fase de clara decadencia cinematográfica, pero se mantiene en pantalla actuando en series de televisión. Lee sorprendió a propios y extraños al aceptar pequeños papeles en comedias y por su presencia en el programa Saturday Night Live, de la NBC, donde mostró su rostro más amable y divertido, colaborando con actores como con John Belushi, Dan Aykroyd, Bill Murray, Gilda Radner, Laraine Newman y Jane Curtin, alcanzando unos históricos récords de audiencia.
Sin embargo continuó teniendo apariciones reconocidas en la gran pantalla. Fue solicitado por Steven Spielberg en 1979 para su interpretar al coronel Wolfgang Von Kleinschmidt en 1941, así como en la segunda entrega de la saga Gremlins en 1990, donde interpreta al siniestro Doctor Catheter. En ese intervalo, volvió a dar vida al Conde Rochefort en algunas secuelas de Los tres mosqueteros. A pesar de estos papeles, la realidad es que la mayor parte de sus interpretaciones fueron en trabajos de dudosa calidad cinematográfica, como la última entrega de la saga cómica Loca Academia de Policía, y otras producciones de menor calado. En definitiva, parecía que, por su edad y últimos papeles, su carrera estaba ya en el ocaso.
El regreso triunfal a la gran pantalla
Lee siempre fue uno de los actores predilectos del extravagante director Tim Burton, que se confesará admirador de las películas de terror interpretados por el actor. Así, recibe pequeños papeles en Sleepy Hollow y más tarde en Charlie y la fábrica de chocolate o La Novia Cadáver.
En 1998 acepta interpretar a Muhammad Ali Jinnah, fundador de Pakistán, en la película homónima Jinnah. En una conferencia de prensa presentando la película, confesó que este papel había sido su mejor interpretación.
Pero su espectacular retorno a la gran pantalla lo recibe en 2001, cuando participa en la trilogía de El Señor de los Anillos dirigida por Peter Jackson y en las que interpreta el papel del mago Saruman. La crítica no ahorrará elogios para su interpretación, que Lee justificará reconociendo haber sido desde joven un enamorado de la obra de Tolkien y sentir especial fascinación por la figura de Saruman. De hecho, Lee es el único miembro de todo el equipo de producción que llegó a conocer personalmente a Tolkien.
Cuando George Lucas inicia el rodaje de su segunda trilogía de Star Wars, ofrece a Lee el papel del Conde Dooku. Su ya fallecido amigo Peter Cushing había trabajado para Lucas en la primera trilogía interpretando al gobernador Wilhuff Tarkin, de modo que Lee acepta el papel para la segunda y tercera entrega de la saga: Episodio II El Ataque de los Clones y Episodio III La Venganza de los Sith. El nombre del villano no es casual, sino que fue elegido por Lucas como derivación del Conde Drácula. Pese a contar con más de ochenta años, Lee rodó personalmente las diversas escenas de acción de ambas películas y, según el propio Lucas, su caracterización no sufrió más retoques por ordenador que los aplicados a los demás actores en las espectaculares escenas de combate en las que participan, si bien sí se utilizó un doble para dar a su juego de pies unos movimientos más vigorosos.
Además, su fascinante y profunda voz, sumada a su perfecta vocalización, hace que se le ofrezcan numerosos papeles de doblaje, radio o videojuegos. Entre los más conocidos están todas las versiones de Star Wars y El Señor de los Anillos, donde pone la voz en los doblajes del Conde Dooku y Saruman.