Ateneo de Córdoba. Calle Rodríguez Sánchez, número 7 (Hermandades del Trabajo).
PRÓXIMOS ACTOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA
Nueva Junta Junta Directiva del Ateneo de Córdoba
Marzo , 1a.quincena. Conferencia de JUAN ORTIZ VILLALBA. " LA MASONERÍA EN CÓRDOBA ". (Presenta José Luis García Clavero).
Jueves 11 de abril. Conferencia de DESIDERIO VAQUERIZO." LOS ORIGENES DE CÓRDOBA". (Presenta J.L.G.C).
Finales de abril, primera semana de mayo. Proyección del documental "MONTE HORQUERA" de FERNANDO PENCO, galardonado en diversos Festivales internacionales (Italia, India, Holanda etc,)
Lunes 11 de Mayo. Conferencia de MANUEL VACAS." LA GUERRA CIVIL EN EL NORTE DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA.LAS BATALLAS DE POZOBLANCO Y PEÑARROYA- VALSEQUILLO". (Presenta Antonio BARRAGÁN).Todos los actos en la Sede del Ateneo.
CONVOCADOS LOS PREMIOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA
XI Premio de Relato Rafael Mir.
XXXIX Premio de Poesía Juan Bernier.
IX Premio Agustín Gómez de Flamenco Ateneo de Córdoba.
Fallo de las Fiambreras de Plata 2023, relación de homenajeados aquí.
¡Ayúdanos! | → | Redacta un buen artículo | Estamos en Facebook. Visítenos |
Gomorra
Título | Gomorra | |
Gomorra | ||
---|---|---|
Ficha técnica | ||
Dirección | Matteo Garrone | |
| ||
Producción | Domenico Procacci | |
Diseño de producción | Paolo Bonfini | |
| ||
Guión | Maurizio Braucci, Ugo Chiti, Gianni Di Gregorio, Matteo Garrone, Massimo Gaudioso y Roberto Saviano Basado en la novela "Gomorra" de Roberto Saviano | |
| ||
Fotografía | Marco Onorato | |
| ||
Montaje | Marco Spoletini | |
| ||
Vestuario | Alessandra Cardini | |
| ||
Reparto | Toni Servillo (Franco) Gianfelice Imparato (Don Ciro) Maria Nazionale (Maria) Salvatore Cantalupo (Pasquale) Gigio Morra (Iavarone) Salvatore Abruzzese (Totò) Marco Macor (Marco) Ciro Petrone (Ciro) Carmine Paternoster (Roberto) Zhang Ronghua (Xian) Simone Sacchettino (Simone) | |
Datos y cifras | ||
País(es) | Italia | |
Año | 2008 | |
Género | Drama | |
Duración | 135 min. |
Después de años de una atonía cercana al “celuloidegrama” plano, impropia del que, durante décadas, había sido buque insignia indiscutido de la cinematografía europea, parece que el cine italiano comienza a despertar gracias a la repercusión internacional obtenida por una serie de títulos de temática y género variados; y, entre ellos, cobra especial significación, tanto por sus connotaciones sociopolíticas como por su reconocimiento a nivel crítico y de público, el de un film como “Gomorra”, de Matteo Garrone. El aval del extraordinario éxito obtenido por el texto literario de Roberto Saviano que da soporte a su guión (éxito en el que, como es habitual en estos casos, se hace difícil dilucidar hasta dónde ha influido, más que la calidad literaria de la propuesta, el tremendo reclamo mediático que ha supuesto esa especie de “fatua laica” dictada por la Camorra contra su autor) ya hacía presagiar que una propuesta fílmica como la de Garrone no pasaría desapercibida; lo que quizá no se esperaba era que sus repercusiones alcanzaran tal grado de intensidad.
No le faltan, en todo caso, méritos para ello. “Gomorra” es una película seca y dura, en consonancia con la temática que aborda, y que, aunque pueda transmitir la impresión, en algún momento, de excesiva frialdad, no deja de ofrecer un retrato, a través de sus diferentes líneas argumentales (soportadas en personajes que, pese a su individualidad, constituyen los arquetipos básicos de las distintas pautas de acción y reacción que cabe asumir ante un fenómeno como el de la violencia estructural de las redes mafiosas), bastante preciso y ajustado de ese mundo. Lo hace, además, sin apelar al que hubiera sido recurso más previsible y efectista, el de la violencia explícita con una presencia generosa en metraje (obviamente, hay muertes, y son violentas, extremadamente violentas, pero su aparición apenas puntea el desarrollo de una trama que se extiende a lo largo de más de dos horas): en “Gomorra” pesa más la intención de mostrarnos, sin discursos morales, sin tomas de posición (explícita) y sin el más mínimo punto de apasionamiento, las diversas caras de un fenómeno tentacular y de una capacidad de expansión intoxicatoria apabullante.
En “Gomorra” tampoco hay margen para ningún aditamento que nos distraiga del objeto central de su punto de mira: no hay músicas de fondo que den ambientación a situaciones o giros argumentales (con lo cual no se condiciona la mirada desde el oído), no hay episodios de amor o amistad que dulcifiquen o den contrapeso a los elementos más dramáticos de la historia (es significativo que no veamos un solo beso en toda la película), no hay escenarios de la acción que ofrezcan algún margen para la esperanza (aunque sólo sea visual) –de hecho, ese entorno urbano degradado en el que se desarrolla la mayor parte de las secuencias no deja de ofrecernos un impresionante parecido, desde el punto de vista constructivo, con esas estructuras carcelarias que tanto nos ha mostrado el cine clásico americano, en lo que posiblemente constituya un juego visual de intencionalidad poco equívoca-. “Gomorra”, en suma, y aun cuando diste de ser un film de estructura o propósito documental (siempre nos queda claro que estamos ante una ficción, por muy apegada a la realidad que la misma se nos muestre), no se despega jamás de su tema ni de su tono; por eso nos golpea con tanta contundencia.
Hablar a estas alturas de “cine necesario” me parece un planteamiento conceptualmente obsoleto (además de que, personalmente, no lo comparta en absoluto); pero si tuviéramos que convenir acerca del otorgamiento de la etiqueta de “cine conveniente”, desde una perspectiva ético-social, a ciertas películas, es posible que “Gomorra” fuera una más que digna candidata a tal galardón: su valentía, su contención y su voluntad de denuncia (que, por otro lado, no implican merma alguna de sus valores estrictamente cinematográficos) serían avales suficientes para ello. Postulada, pues, queda...
Película reproducida en la IX Muestra de Cine Internacional del año 2009.
Reseña elaborada por el socio de la Sección de Cine del Ateneo de Córdoba Manuel Márquez Chapresto.