Ateneo de Córdoba. Calle Rodríguez Sánchez, número 7 (Hermandades del Trabajo).
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Jueves 11 de abril. Conferencia de DESIDERIO VAQUERIZO." LOS ORIGENES DE CÓRDOBA". (Presenta J.L.G.C).
Finales de abril, primera semana de mayo. Proyección del documental "MONTE HORQUERA" de FERNANDO PENCO, galardonado en diversos Festivales internacionales (Italia, India, Holanda etc,)
Lunes 11 de Mayo. Conferencia de MANUEL VACAS." LA GUERRA CIVIL EN EL NORTE DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA.LAS BATALLAS DE POZOBLANCO Y PEÑARROYA- VALSEQUILLO". (Presenta Antonio BARRAGÁN).Todos los actos en la Sede del Ateneo.
CONVOCADOS LOS PREMIOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA
XI Premio de Relato Rafael Mir.
XXXIX Premio de Poesía Juan Bernier.
IX Premio Agustín Gómez de Flamenco Ateneo de Córdoba.
Fallo de las Fiambreras de Plata 2023, relación de homenajeados aquí.
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María Cervantes
María Cervantes (La Habana, 30 de noviembre de 1885 - La Habana, 8 de febrero de 1981) fue una pianista, cantante y compositora cubana.
Biografía
Infancia y juventud
Era hija de Ignacio Cervantes ―considerado por muchos el músico cubano más destacado del siglo XIX ―. Desde muy niña María se sintió artista. El baile la entusiasmaba. A los tres años de edad bailaba al son del piano de su padre. Su padre comentaba jocosamente que con sus hijos ―trece varones y una mujer― formaría toda una orquesta.
Siendo ya una reconocida pianista, cantante y compositora, confesó que ella fue siempre una niña muy refistolera y que había empezado a tocar el piano desde muy pequeña, tanto que casi no llegaba al teclado, pero cuando escuchaba algo que le llamaba la atención, iba tan rápido como le permitían sus piernas, y lo tocaba.
Comenzó los estudios de piano con su padre, que la llamaba Chanchín por sus orejas pequeñas y puntiagudas. Los continuó con los profesores Gonzalo Núñez ―maestro puertorriqueño residente en Cuba, que había sido alumno de Cervantes– y con Enriqueta García.
Aprendió de su padre el estilo pianístico y, como pocos, conocía la interpretación de sus danzas, que ―según Alejo Carpentier― «ocupan en la música de la isla el lugar que ocupan las Danzas noruegas de Edvard Grieg, o las Danzas eslavas de Antonín Dvořák en las músicas de sus respectivos países».
A los 13 años debutó como pianista en el teatro Tacón (hoy Gran Teatro de La Habana).
Con esta obra para piano la artista abría sus recitales.4 La muerte de su progenitor, en 1905, la hundió en una profunda depresión que la separó de la música durante más de un año.
Carrera profesional
En 1927 realizó su primera grabación, en La Habana. Incluyó composiciones de Cervantes. Su debut profesional se produjo en el teatro Campoamor en 1929.
Ese año se casó con un banquero de apellido Aulet. Con él se mudó a Nueva York. En mayo de 1929 fue contratada por la discográfica Columbia para grabar discos.
Registró fonográficamente un grupo de danzas cubanas de Ignacio Cervantes, alternándolas con composiciones propias y de otros autores ―tal como hizo siempre en sus conciertos―. Grabó Inconciencia, y Penas y flores (esta última a dúo con la soprano Tomasita Núñez) de Alberto Villalón; Notas de mi son y Un bolero en la noche, de Jorge Anckermann; Dame un beso, de José Marín Varona; No puedo arrancarte, de Eliseo Grenet; y María y Tessie de su autoría.
A su regreso a Cuba, hizo una temporada en el teatro Encanto y al año siguiente volvió a Nueva York para hacer nuevas grabaciones. Actuó en el cabaret del famoso actor e intérprete vocal argentino José Bohr.
A fines de los años veinte tocó con Guyún (Vicente González-Rubiera Cortina, 1908-1987) en las radioemisoras CMK (de Juan Brouwer), y CMBZ Radio Salas. Le dio clases de piano al jovencísimo pianista Bola de Nieve (1911-1971), que reconocía haber tomado los elementos rítmicos y la manera tan particular de acompañarse al piano a partir de los discos de María Cervantes, a quien al final de su vida mencionaba como «su mayor y verdadera influencia».
En La Habana, actuó en las estaciones de radio RHC Cadena Azul, y en la emisora Mil Diez trabajó con los pianistas, compositores y directores de orquesta Adolfo Guzmán y Enrique González Mántici.
Actuó también en la Cuban Telephone Company, y en el Roof Garden Hotel Sevilla Biltmore, donde se presentó junto al pianista Felo Bergaza. El éxito la acompañaba. Viajó otra vez a Estados Unidos, donde grabó otra vez para la Columbia y actuó en cabarets del actor y cantante argentino José Bohr. Al regresar a La Habana su nombre apareció en las carteleras de los más importantes escenarios, junto a figuras de la talla de Rita Montaner y su exalumno Bola de Nieve.
En los años cuarenta, al fallecer su tercer esposo, Armando Aguiar, María Cervantes abandonó la escena durante varios años.
El 22 de abril de 1965 ―persuadida por el musicólogo Odilio Urfé― reapareció en un concierto abarrotado de público en la sala-teatro del Museo Nacional de Bellas Artes. El público que colmaba la sala premió con una ovación cada una de sus interpretaciones, en especial la guaracha del siglo XIX A los frijoles, caballeros, de un compositor conocido como Ramitos, pieza de la que María Cervantes –que la grabó por primera vez en 1929– hizo uno de sus grandes éxitos.
A partir de entonces, y hasta poco antes de su muerte, su presencia en los teatros, la radio y la televisión fue frecuente. El 30 de noviembre de 1975, el día en que cumplió noventa años, grabó para la emisora Radio Habana Cuba un programa de una hora de duración, en el cual tocó el piano, cantó y fue entrevistada.