Presa El Salto

Presa El Salto.

El conjunto arquitectónico denominado Presa El Salto situada en el término municipal de El Carpio (Córdoba), en el km 3,3 de la carretera de Pedro Abad -Adamuz (Co-412), en el río Guadalquivir, está formado por una presa y una central eléctrica con la comunicación entre ambas.

Cuenta con un importante valor social para la población de la localidad, ya que ha contribuido al desarrollo y expansión económica de la zona desde su construcción entre los años 1918 y 1922.

Historia

La concesión para la construcción de un salto de 3500 HP de potencia ampliables hasta los 6000 HP en este lugar, fue realizada a Miguel Otamendi, socio de Echarte y Otamendi, quienes en 1918 la ofrecieron a la Compañía Anónima Mengemor de Electricidad que aceptó el ofrecimiento, reformó el proyecto ampliando la potencia a 7000 HP e indemnizó al Duque de Alba, propietario de los terrenos en los que había de construirse.

El presupuesto inicial de la obra era de 7,5 millones de pesetas aunque el coste final se elevó a 14,7 millones, siendo finalmente la potencia instalada de 10.500 KVA, lo que superaba la suma de todas las centrales que en aquella época tenía instalada Mengemor.

La construcción, en un emplazamiento favorable constituido por un torno del Guadalquivir de unos diez kilómetros de longitud, fue ejecutada por la propia compañía entre 1920 y 1922, bajo la dirección de Carlos Mendoza, con Antonio del Aguila como ingeniero director de obras y la colaboración del arquitecto Casto Fernández-Shaw, consiguiendo una magnífica obra de diseño neomudéjar, con una adecuada integración de las construcciones en el paisaje.

Desde el Salto de El Carpio se tendieron tres líneas de distribución, la primera de las cuales pasaba por Cordoba y llegaba hasta las minas de carbón de Villanueva del Rio y Minas en la provincia de Sevilla, la segunda enlazaba con La Carolina y las centrales hidroeléctricas que Mengemor tenía en la provincia de Jaen y la tercera conectaba en Villanueva de Córdoba con la red de la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya.

Descripción

La presa, ubicada en un lugar donde existían unas antiguas aceñas, dispone de dos estribos en ambas márgenes del río que nivelan el cauce con cinco contrafuertes interiores que soportan las contrapuertas y el piso del puente, subiendo sobre él para soportar la estructura metálica donde se sustentan las máquinas que accionan las contrapuertas. En el extremo de la margen derecha, un estribo se alza en arco sobre la calzada en forma de puerta. Aquí se alojan las escaleras de acceso a la cabina de control, rematada por una torreta octogonal, que tuvo una cúpula. Esta cúpula, el arco de herradura con alfiz, los grupos de simple o dobles ventanillas y los soportes de las barandillas de la calzada son de estilo neomudéjar.

Toda la obra de hormigón está exteriormente tratada con un revestimiento de bloques del mismo material de juntas señaladas a imitación de sillares a soga y tizón.

La superestructura metálica, constituida por una viga en caja de celosía, soportaba un entarimado de madera hoy sustituido por enrejado donde se sitúan, en casetas protegidas, los motores que transmiten la fuerza a los engranajes que soportan las cadenas de elevación de compuertas.

De la estructura en viga sobresale al exterior del embalse un puente grúa con cabina de madera de dos plantas para alojar al operario encargado de accionar los dispositivos por los cuales se transportan módulos de vigas metálicas que, apilados en unas ranuras paralelas a las de las compuertas, retienen el agua y posibilitan la separación de las citadas compuertas. Este mismo mecanismo se utiliza para levantar las carcasas de motores y engranajes.

Los dispositivos mecánicos de este ingenio están perfectamente diseñados, atendiendo al uso y a su función, con soluciones llenas de ingenio y meticulosidad, que, además de su idoneidad técnica, está llena de valores artísticos. Su estado de conservación es muy bueno.

La Central Eléctrica es un edificio construido también con una preocupación estética, con cubierta en cúpula de roscas de ladrillo con torretas de un singular aire historicista y expresionista, así como con algunos detalles entre los que destaca un balcón soportado por una cabeza de elefante. La fábrica está tratada con bloques a modo de sillares y es de destacar el diseño de las turbinas de fabricación extranjera, en uso desde su instalación.

Referencias

El contenido de este artículo incorpora material de la declaración del Bien de Interés Cultural publicado en el BOE Nº 234, el 30 de septiembre de 2003, que se encuentra en el dominio público de conformidad a lo dispuesto en el artículo 13 de la Ley de Propiedad Intelectual española. También se han obtenido datos del artículo "Ingenieros-empresarios en el desarrollo del sector eléctrico español: Mengemor, 1904-1951", de Antonio Miguel Bernal.

Galería

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