Puente de las Donadas

Puente de las Donadas.

El puente de las Donadas o Doncellas fue construido en un pueblo perteneciente a la ciudad de Córdoba, Montoro, en el siglo XV con el fin de unirlo con el barrio del Retamar. En 1498 comenzaron sus obras al frente del cantero local Pedro Fernández pero cuyos planos pertenecían al arquitecto Enrique Egas. En 1550 finalizó con éxito la construcción del mismo.

Este puente sobre el Guadalquivir consta de cuatro grandes arcos de medio punto siendo el arco central más extenso que el resto. Posee tajamares de un diseño extraordinario y espolones que alcanzan en el arco central la altura del pretil, lo cual explicaría su resistencia al tiempo y a las grandes riadas. Está hecho de piedra molinaza y estructurada en grandes sillares alternando a soga, fundamentalmente y algún tizón y sus proporciones son: 180 metros de longitud, por 9 de anchura y 18 de altura.

Sobre el puente se muestran en primer lugar una cruz latina construida en hierro forjado y por último dos esculturas elaboradas por el escultor Martín González Laguna: una masculina titulada “el Jornal” y otra femenina titulada “la Temporada”, las dos inauguradas en el 2003 , están hechas de hierro patinado con percloruro férrico colocado mediante chapas modeladas y recortadas previamente, jugando con el concepto del vacío. Dichas esculturas aparecen sin rostro, para que no representen ninguna identidad sino simplemente el medio laboral de los lugareños: el olivo.

Fue un proyecto ordenado por los Reyes Católicos por la gran necesidad que había de hacer un puente en condiciones. Los gastos fueron asumidos por Córdoba y también contribuyeron a su construcción las aportaciones de los mismos vecinos del pueblo, sobretodo por las mujeres que vendieron sus joyas y enseres para la causa, de ahí el nombre que recibe.